Sostener física, intelectual y emocionalmente nuestra idea (expresión o hecho artístico) y entender y aceptar que lo único que tenemos es tiempo que se va, por lo tanto cada instante es precioso, y debemos transcurrir los mismos plenamente convencidos de que nuestra expresión sea fiel reflejo de lo que somos, a cada momento...
Esto implica contar con una capacidad de adaptación, que nos permita asimilar sin consecuencias los cambios que inevitablemente ocurren con el devenir del tiempo, cambios físicos, espirituales, ideológicos, estéticos, religiosos; transiciones por las que se debe transcurrir sin olvidar, ni por un instante, que lo que estamos haciendo, en ese tiempo exacto en que lo estamos haciendo es lo mejor que podemos estar haciendo.
por : Ariel Minimal
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