martes, 9 de octubre de 2007

El Filosofo


En esta oportunidad quisiera realizar una pequeña aclaración con respecto al momento en que definimos al filosofo. Quizás en nuestro tiempo la definición ya no es tan interesante analizar, solo recurrimos al origen de la palabra y su antiguo uso. Sin embargo hoy en día el pretender aludir a un filosofo, lo hacemos en la forma diría yo: “política”, lo primero que averiguamos es su titulo universitario, su cursado en licenciatura en filosofía etc. Mi critica es en esta instancia bastante convincente. El filosofo no es aquel que teniendo honores universitarios hace una filosofía del mundo escribiendo bellos textos que agradan solo a los docentes de cátedras de turno. Vale hacer por esto, una cierta distinción: no todo filosofo es graduado en filosofía, y por tanto, no todo graduado en la carrera de filosofía es considerado un filosofo.


Quien obtiene meritos universitarios es generalmente un bueno comentarista de autores, o por consiguiente buenos pedagogos. Pero he aquí que también existen estudiantes, profesores, licenciados que hacen de su filosofía una ingrediente básico para el experimento sobre las ideas y el surgimiento de nuevas posturas. Claro esta que la influencia histórica es indispensable para la reformulación de nuevas concepciones; sin embargo esto no es lo mismo que explicar un libro de cierto autor.

Algunas de las características que considero particulares para poder definir al filosofo son por un lado la posesión del “espíritu critico”. No es mas que discernir concepciones y hacer frente a estas, intercambiar posturas, obtener un espíritu libre de cualquier dogmatismo a la hora de leer. A todo esto el filosofo se trasforma en un “maestro de conjugaciones” porque conoce el método de combinar posturas totalmente diferentes para quienes se quedan con su política estereotipada. Es así que mucha gente que no cursa la carrera de filosofía son verdaderamente considerados buenos para el filosofar sobre cuestiones sumergidas en sus diferentes disciplinas. En definitiva, para ser un buen filosofo no hay que tener demasiados títulos, mas bien basta considerar conjugar y saber realizar un análisis critico sobre cada concepción y dar como resultado pensamientos maduros.

por: José Maria Paz

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me parece que hay que ver también qué se considera "saber realizar un análisis crítico" y quién o qué determina lo que son los "pensamientos maduros". Yo creo que, al ofrecer la filosofía diferentes definiciones de lo que es, los hombres a los que se los califica como filósofos sólo lo son dependiendo de la definición de filosofía que se considere: así, un empirista, por ejemplo, va a decir que la metafísica es una "falsa filosofía" y, por tanto, el metafísico, en este sentido, sería un "falso filósofo" y viceversa. Por eso, lo que decís sobre el "saber realizar un análisis crítico", me parece que va a ser considerado distinto en cada caso: el análisis del empirista es muy diferente al del metafísico. Entonces, ¿qué es el "saber" realizar un análisis crítico? La respuesta va a variar dependendiendo de quién, qué corriente filosófica -incluyendo los que se autoproclaman "filósofos de la vida" (que no sé muy bien qué proponen)- la responda.