viernes, 7 de septiembre de 2007

Universo Global

La sugerente pregunta llevada a cabo por Leibniz y luego retomada por Heidegger; tomaba como punto de partida una inquietud por el ser y su imposición sobre la nada o el no ser.


Lebiniz se preguntaba ¿por qué es el ente y no más bien la nada?. Difícil inquietud que, aún hoy, no haya respuesta adecuada.

Parece que la vida o el ser ha ganado la batalla frente al no ser o la nada. No obstante esto, la no existencia como equivalente a la nada; se encuentra presente en todos los ámbitos de la vida cotidiana. La vida, en la existencia cotidiana, puede extinguirse tan rápido como apareció. Lo curiosos es que podemos dilucidad bastante bien y, a veces, hasta con lujos de detalle las causas de la extinción de una vida humana o de algún elemento material. Pero cuando la pregunta se ubica en el principio de todas las cosas, la cuestión se complica en forma considerable.

Me parece que todos las preguntas que son fundamentales, es decir, preguntas acerca del principio de todo (arjé), complejizan la o las respuestas, ya que no estamos en disposición de los datos originales para dar una respuesta mas precisa. Lo que podemos hacer es elaborar teorías para intentar responder a cuestiones que, quizás, nunca podamos satisfacer de manera total.

La totalidad es una cuestión de larga tradición en filosofía; pero, por lo que sabe hoy-me refiero a los datos aportados por las ciencias duras como la física-, echan por tierra cualquier intento de respuesta a lo global. Quiero decir que en la actualidad se han especializado tanto las ciencias y los datos recabados por ellas son, de tal magnitud que, resultaría imposible intentar una solución a determinado problema de una vez para siempre.

Probablemente este sea un nuevo golpe al ya desgastado orgullo humano.

Recordemos los anteriores:

1- Copernico descubre que la tierra no es el centro del universo; éste es un planeta más de la vía Láctea.

2-Darwing logra demostrar que no somos los reyes de la creación. Según el él descendemos de los primates.

3- Freud descubre la existencia de un discurso no consciente; él lo llamo inconsciente, que muchas veces contradice nuestras premisas conscientes.

4- Propondría como un cuarto golpe al orgullo de nuestra especie, precisamente, la imposibilidad de dar respuestas acabadas a cuestiones varias.

Esta actitud esta bien documentada en los textos históricos, sobre todo los del siglo 18 (siglo de las luces).

En la actualidad no creo que haya mucha fe en la fuerza de la razón para evolucionar hasta estratos cada vez más satisfactorios para la humanidad. Es más, parece que el 99% del universo esta compuesto por materia oscura. Podría decirse que vivimos entre tinieblas y, las velas son pocas.

Empecé hablando de la pregunta por el ser de Leibniz y miren hasta donde llegue. Este texto breve es un buen ejemplo de lo que es escribir sobre filosofía. Siempre nos vamos por las ramas; a veces resulta divertido pero, otras, nos causa un estupor que nos impacienta hasta exclamar dichos tales como: ¡Es mejor dedicarse a cosas prácticas! ; ¡Las ciencias duras son mas precisas!, mejor cultivémoslas.

Pienso que la filosofía viene a coincidir con el sentido común en esto: Nos vamos por las ramas. Esta característica esta presente en todos; pero este no es el temas que me propuse discutir al principio, de manera tal que lo dejamos acá, por el momento.

Un texto filosófico es como un gigantesco hipertexto. Siempre puede ser llenado con algo más. Este es la grandeza y la flaqueza de la filosofía

¿Qué hay más allá de los límites del universo? Si es que los tiene.

No, en serio, que es clásica la imagen de los medievales que pensaban en la tierra como cubierta por una cúpula y, afuera de ella, la inmensidad.

Estas cuestiones son las que le dan sentido a la vida en este planeta.

Por Gustavo Jozami


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